Cuando éramos niños solíamos escuchar algo como “invente un juego”, “invente una mezcla” “invente una palabra”, en fin, la palabra "invento" es algo que se arraiga en nuestro vocabulario desde que somos pequeños.
Sin embargo algo que parece ser escuchado desde pequeños, tiene un valor fundamental, y nuevamente no está ajena a protección jurídica.
La INAPI (Instituto Nacional de Propiedad Intelectual), es la institución encargada de proteger los inventos por medio de las patentes de invención.
La patente es el derecho exclusivo que concede el Estado para la protección de una invención, modelo de utilidad, diseño o dibujo industrial, esquema de trazado o topografía de circuito integrado.
Ahora bien, cuando escuchamos la palabra “invención”, estamos refiriéndonos a entregar una solución a un problema de técnica que origina un quehacer industrial.
La invención podrá ser un producto, procedimiento o algo relacionado con ellos. Por eso mismo, no es suceptible de patentar aquello que no soluciona un problema técnico en la industria, como por ejemplo, un descubrimiento científico, un plan de negocios y todos aquellos casos que estipula expresamente la ley (Ley Nº 19.039).
El beneficio de que te concedan la patente, es que te va a permitir gozar de exclusividad para producir, vender, comercializar y explotar comercialmente esa invención.
Ahora bien, efectivamente existen ciertos requisitos para obtener una patente de invención:
- Que se algo novedoso.
- Que tenga un nivel inventio (vale decir, que no sea obvio).
- Que tenga una aplicación industrial, es decir una solución a un problema.
No olvidar que la duración de la patente es de 20 años para la patente de invención y 10 años para los otros tipos de patente, y el plazo rige desde la fecha de presentación de la solicitud, transcurrido este plazo, pasa a ser de dominio público.
Si tienes dudas o te atreviste a inventar algo, te podemos ayudar a tramitar tu patente, no dudes en contactarnos ¡felices de ayudarte!
Rosario Tejos R.